Entrega individual

Ética y Responsabilidad Social para la Gestión de las Organizaciones

Fase 5 — Responsabilidad Ética del Profesional Contable en las Organizaciones

Miguel Ángel López Gutiérrez (Grupo 106019_1)
Barranquilla, Colombia
Diciembre, 2025
Responsabilidad de la ética en los Contadores Públicos
Importancia de la ética sobre la responsabilidad del contador público

La ética es el eje que sostiene la responsabilidad del Contador Público porque su trabajo impacta directamente la confianza social y la calidad de las decisiones económicas. A diferencia de otras profesiones donde los errores pueden afectar solo a un cliente, en contabilidad un acto deshonesto o negligente puede distorsionar estados financieros, alterar el recaudo de impuestos, afectar contratos, manipular el acceso a crédito y perjudicar a múltiples grupos de interés (accionistas, trabajadores, Estado y comunidad). Por eso, la responsabilidad profesional del contador no se limita a “cumplir tareas”; implica actuar con integridad, objetividad, competencia y diligencia, manteniendo independencia mental y priorizando el interés público.

En la práctica, la ética guía decisiones que no siempre son fáciles. Por ejemplo, cuando existe presión para “maquillar” cifras, omitir revelaciones o registrar operaciones sin sustento, la ética exige resistir esas presiones, documentar adecuadamente, comunicar riesgos y, si es necesario, escalar hallazgos a instancias de gobierno corporativo. La ética también implica confidencialidad responsable: proteger la información del cliente, sin convertir esa confidencialidad en excusa para encubrir irregularidades. Además, la ética fortalece la transparencia: un contador ético se asegura de que la información sea verificable, consistente y útil, evitando sesgos por intereses particulares.

La responsabilidad ética también se relaciona con la competencia profesional: quien no se actualiza en normas contables, auditoría y regulación, puede cometer errores graves por desconocimiento, lo cual igualmente afecta la fe pública. En escenarios de fraude y corrupción corporativa, el rol del contador es crítico, porque suele tener acceso privilegiado a registros, pagos, contratos y transacciones. Un comportamiento ético convierte al contador en un “control preventivo” dentro de las organizaciones: ayuda a detectar señales de alerta (sobrecostos, pagos sin soporte, terceros sospechosos, conflicto de interés) y promueve prácticas de buen gobierno corporativo que protegen la sostenibilidad empresarial.

En conclusión, la ética no es un complemento “opcional” de la responsabilidad del contador público: es la condición que hace legítima su función social. Solo con ética se puede garantizar información confiable, contribuir a decisiones responsables y preservar la confianza de la sociedad en la profesión contable.